La NBA amenazaba con dar un golpe sobre la mesa con respecto al tampering, pero una vez más, se ha fallado a sí misma.
Esta vez se esperaban grandes multas o incluso sanciones deportivas importantes para Miami Heat y Chicago Bulls como consecuencia de los sign&trade de Kyle Lowry y Lonzo Ball, sin embargo, la liga ha decidido quitarles simplemente una segunda ronda del Draft a cada uno (una sanción exactamente igual a la que recibieron los Bucks la pasada temporada tras no fichar a Bogdanovic).
Por enésima vez, me resulta muy curioso como la NBA sigue empeñada en perseguir el tampering, algo que prohibe taxativamente en sus normativas, al mismo tiempo que, cada vez que tiene la oportunidad de ponerse seria con los equipos que violan las normas, se traiciona a sí misma imponiendo sanciones irrisorias, que hacen que los equipos incumplan la normativa sin miedo a las consecuencias.
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